domingo, 22 de abril de 2007

¿Qué hacer cuando no se funciona bien en lo sexual?

Doctor Octavio Féliz Vidal. Médico Sexologo
Hay dos tipos de problemas sexuales que la gente presenta en su vida. El primer tipo siempre ha existido desde que se inició la actividad sexual, y el segundo tipo aparece después de un buen funcionamiento y es posteriormente que inicia el problema sexual que con anterioridad no se tenía.

Veamos con claridad lo dicho anteriormente. Acerca del primer tipo vamos a plantear el siguiente caso.

Una mujer que tiene su primera relación sexual; pero no logra satisfacerse o venirse que es a lo que se le llama orgasmo femenino. En las siguientes relaciones esta mujer sigue igual y no logra tener su orgasmo. Esta mujer presentará la disfunción o mal funcionamiento sexual en todas las circunstancias, aunque cambie de pareja.

Veamos el segundo tipo de disfunción.

Una paciente con el mismo problema del caso anterior (anorgasmia- no se viene) puede ser que le haya aparecido cierto tiempo después; es decir que ella conoció el orgasmo y lo disfrutó, pero después de cierto tiempo tiempo con su pareja ella ha notado que no se viene. Este problema le apareció luego.


Los casos que hemos descrito corresponden al primer tipo y al segundo tipo respectivamente. Se les llama más comúnmente disfunción primaria y disfunción secundaria.

Los casos descritos también ocurren en el hombre (del primer y segundo tipo).
Un joven tiene su primera relación sexual con penetración a los 14 años, y nota que se viene al minuto de penetrar con pene la vagina de la mujer. Posteriormente, en cada relación que tiene, se viene en un tiempo parecido. Hoy día tiene 35 años y su problema no ha cambiado”

¿A cuál tipo de casos corresponde el precedente? Corresponde al primer tipo, ya que se ha mantenido como una condición primaria; habiendo presentado el individuo la disfunción siempre.


“Un gerente de mercadeo de una gran empresa inició su vida sexual (primera relación sexual con penetración) a los 15 años de edad. Siempre funcionó bien. Su eyaculación era normal en tiempo y en cantidad; pero hace 6 meses eyacula antes del minuto. A veces eyacula inmediatamente introduce el pene a la vagina. Expresa el paciente que al sentir el calientico de la vagina le da un deseo incontrolable de eyacular. Esto le ha metido en una grave tristeza y vergüenza con su pareja. Es tan perjudicial el estado de ánimo que siente que ya le han llamado la atención en la empresa en la cual labora por su bajo rendimiento.”

A cuál tipo corresponde el caso anterior? Es de segundo tipo o secundaria.
Todos los ejemplos que hemos mencionado exigen del auxilio de un especialista en sexología o de otro profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra) con entrenamiento en terapia sexual. Estos casos exigen la orientación y el tratamiento correcto.

¿Por qué se producen los problemas sexuales?

Algunas personas cuando tienen problemas sexuales piensan que estos se deben a distintas causas. Algunas dicen “ esto fue una brujería que me echaron; por que antes yo no era así”. Otros creen: “ es que estoy muy débil, a mí lo que me falta son unas vitaminas”. Para otros el origen de su disfunción está en: “ fue una operación quirúrgica que me hicieron y después de esto ya no soy como antes”.
De acuerdo a lo que la gente cree que le causó el problema sexual los pacientes definen el tipo de ayuda que van a buscar. Algunos van al curandero, otros al brujo; otros van al médico en busca de mejorar su nutrición. Algunos recurren al consejo de los amigos, otros compran tónicos sexuales, algunos de los cuales poseen hormonas y pueden ser perjudiciales. Finalmente otros acuden al sexólogo u otro especialista relacionado.
Algunos problemas sexuales se producen por problemas orgánicos. Esto quiere decir que existe algún tipo de alteraciones orgánicas del cuerpo, algún tipo de enfermedad o trastorno físico que es el que está produciendo la disfunción sexual. Las estadísticas señalan que la menor cantidad de disfunciones sexuales son del tipo físico. O sea que existe un problema en un órgano o estructura física tangible en el organismo que es el que explica el mal funcionamiento sexual. La mayoría de las disfunciones sexuales corresponden a una causa o etiología de tipo psicológica. El problema que origina la disfunción está en la mente.

En el orden físico se pueden mencionar enfermedades generales que afectan el funcionamiento sexual o alteraciones físicas específicas de los órganos que intervienen el proceso sexual. Incluyendo los genitales propiamente dicho, el sistema vascular y la integridad neurológica del individuo.
La diabetes, cuando está en un nivel de afectación grave, puede producir trastornos de la sexualidad tanto en el hombre como en la mujer. Estas alteraciones pueden ir desde perturbación para la recepción de las sensaciones placenteras, hasta la presentación de posible anorgasmia e impotencia masculina que se le conoce como disfunción eréctil.

Existen algunos medicamentos que pueden causar dificultades sexuales. Estos trastornos generalmente desaparecen cuando se suspende el medicamento. El especialista debe evaluar, si es posible, sustituir el medicamento por otro que realice el efecto deseado; pero que no le altere la sexualidad al paciente. Por esta razón el paciente debe comunicarle siempre a su médico cualquier cambio que esté experimentando en su sexualidad. Sin embargo la poca educación sexual que poseen la mayoría de las personas dificulta este proceso de comunicación del paciente con su médico. La sexualidad es una parte integral del ser humano. El buen funcionamiento de esta esfera de la vida constituye un valor inestimable para el buen desempeño de otros aspectos de la vida. Esto influye desde lo familiar, afectivo, hasta lo laboral.
Debemos repetir que aunque existen otras enfermedades que pueden influir en la sexualidad es bueno tener muy presente que la mayor parte de las disfunciones sexuales se presentan por alteraciones psicológicas. Entre estas alteraciones psicológicas podemos mencionar:
-Miedos y temores
-Experiencias desagradables, que se recuerdan con frecuencia
-Pensamientos tiránicos, que se repiten y favorecen el mal funcionamiento
-Temor al desempeño
-Ansiedad y estrés
-Depresión

Cuando su mal funcionamiento se debe a algún tipo de trastorno psicológico usted debe comprender que físicamente está usted sano. Eso quiere decir que no hay ninguna razón física o nutricional, o medicamentosa que le impida un desempeño exitoso de la sexualidad. Su impedimento es totalmente mental. Considera que no está enfermo, en el sentido físico de la palabra. Aplique entonces si es posible la recomendación de hacer una cosa por vez. Cuando tenga una relación sexual CONCENTRESE EN ELLA. No mezcle sus pensamientos con el trabajo, con la discusión con el amigo, con la dificultad que tuvo en la calle, con el colegio o escuela de los niños. Su mente dispongala tranquila para disfrutar la relación sexual. Piense solo en la relación que va a sostener o está sosteniendo. Piense que todo va a salir bien. Sepulte sus fracasos sexuales anteriores en el interior de la tierra, bien profundo, para que jamás piense en ellos. Vaya sin temores inmovilizantes.

Si en alguna ocasión usted falló sexualmente, o si no funcionó adecuadamente usted puede decidir si va a problematizar esa experiencia o si no. Cuando una persona falla por primera vez le llega un miedo, por lo regular, de que va a fallar en las próximas relaciones. En ocasiones piensa en esto todos los días, a cada momento. Y cuando se acerca el día de una nueva experiencia, entonces se profundizan sus pensamientos de miedo y en ese estado brumoso va a la relación sexual y lo más probable es que esta persona falle. Cuando uno presenta una disfunción sexual de manera ocasional, producto de una situación especial del momento, se le llama disfunción situacional. Esto significa que el problema que se presentó se debió a una situación del momento, que podría ser que la persona estaba muy cansada; que estaba muy tensa. Que el lugar no era apropiado y estaba desconcentrado, etc. Si el que presentó la disfunción analiza las circunstancias de una manera racional va a concluir que eso que le pasó en esa circunstancia no le va a ocurrir de nuevo y que el evitará tener las nuevas relaciones sexuales con las circunstancias que le afectaron. Si la persona piensa de esta forma es muy posible que sus próximas relaciones sean exitosas.

Sin embargo el que presenta una disfunción situacional y se llena de temores y ansiedades posteriores es posible que en cada nueva relación presente la disfunción sexual, aún en circunstancias diferentes. Lo que empezó como una simple disfunción situacional se puede establecer como una disfunción definitiva.

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